Muchas personas creen que el sexo anal es una practica exclusiva de los homosexuales o que se trata de una práctica antinatural, pero no saben lo equivocados que están! Toda pareja heterosexual puede disfrutar del sexo anal como una forma alternativa de alcanzar el máximo placer. Consiste en la estimulación del ano de su compañero o compañera ya sea en forma manual, oral, con algún juguete sexual o con el pene. El ano posee numerosas terminaciones nerviosas, que bien estimuladas, provocan un placer inigualable. Muchas mujeres disfrutan tanto del sexo anal que no logran experimentar un orgasmo placentero si no son penetradas por el ano.

Además de producir una renovación en la vida sexual de la pareja, sensaciones diferentes que aumentan y estimulan la fantasía, produce una intensa sensación de dominación en la mujer y de virilidad en el hombre.
Si es la primera vez que va a realizar ésta practica debe tomar ciertos recaudos, dado que el ano está formado por músculos que son menos flexibles que los músculos vaginales y si la persona no está acostumbrada a ser penetrada analmente, puede que se produzca una sensación no placentera, acompañada de dolor, lo que la desanimará a futuros intentos.


Diferentes posturas

La postura tradicional es teniendo a tu pareja boca abajo, y de ese modo realizar la penetración ya sea del pene, un juguete, dedos o la estimulación oral. Pero para llevar aún mas al extremo el placer puedes estimular con tus manos el clítoris de tu compañera o pedirle que ella misma lo haga con sus manos.

Una postura que excita mucho a los hombres es la postura del "perrito". La mujer debe ponerse de rodillas, inclinarse hacia delante y apoyar las manos hasta quedar literalmente en "cuatro patas". De este modo el ano se dilata de una forma formidable! Mientras realizas la penetración, no olvides de estimular el clítoris y acariciar los senos. Es importante que tu pareja esté acostumbrada al sexo anal para realizar ésta postura, dado que por lo general produce un grado de excitación tan elevada que es difícil controlar la penetración. Para los principiantes puede ser la postura ideal para la estimulación oral del ano, dado que en esta postura tiende a dilatarse y facilita la introducción de la lengua.

También puede accederse analmente estando la mujer boca arriba, con las piernas abiertas. Es aconsejable poner un cojin o una almohada debajo de la cintura para elevar el ano y facilitar la penetración.
Otra alternativa es estando el hombre acostado boca arriba la mujer se sienta sobre el pene. Es ideal para los principiantes dado que la mujer puede regular la penetración a su gusto. Una variante de ésta posición que la mujer se acuesta sobre el hombre, también boca arriba.

No hay que descartar las posturas de pie (donde la mujer se pone de espaldas al hombre), la mujer arrodillada en el borde de la cama, con el torso inclinado hacia adelante y el hombre de pie, acostados de lado y todas las posturas que la imaginación os permita.

Sexo anal y embarazo

Es posible que esto ocurra? No por la práctica del sexo anal en si, pero hay que tener mucho cuidado cuando se retira el pene del ano, dado que algunas gotas de semen pueden desplazarse hacia la vagina y de éste modo casi impensado algún espermatozoide puede lograr alcanzar su objetivo.

Variantes del sexo anal

Anilictus: practica con la lengua. Podrás hacer sentir una sensación única a tu pareja. Baja lentamente, besando y lamiendo distintas partes del cuerpo hasta llegar al ano. Lame e introduce repetidas veces la lengua. Las terminaciones nerviosas allí presente transmitirán todo tipo de sensaciones placenteras. Si están habituados a las practicas anales, puedes aprovechar para lubricar con abundante saliva y lograr una dilatación ideal para luego penetrar con el pene, dedos o algún juguete.

Con el pene: Para toda penetración anal es importante que tu pareja esté completamente relajada y de acuerdo con la práctica sexual. Si no quiere hacerlo y la fuerzas, puede que el ano no llegue a dilatarse debidamente y le produzcas daños. Lubrica abundante mente el ano y el pene. Primeramente apóyalo sobre el ano sin penetrar, para ir logrando una buena dilatación. Luego introdúcelo lentamente, sin forzar. Cuando notes que tu pareja está a gusto comienza con movimientos rítmicos, muy lentamente, como si sacaras y volvieras a entrar el pene. Ajusta dichos movimientos y la profundidad de la penetración al gusto de tu pareja.

Con un juguete o el dedo: Lubrica el dedo o el juguete sexual y también el ano abundantemente. Juega sobre el ano durante unos minutos para ir logrando una dilatación adecuada. Introduce poco a poco el dedo o el juguete, siempre teniendo en cuenta que tu compañera se encuentre a gusto y disfrute con la penetración. Una vez producida la dilatación, haz movimientos giratorios y / o ascendientes y descendientes. El placer que sentirá tu pareja será inigualable. Esta práctica es ideal para combinarla con el sexo oral o vaginal, aumentando de este modo el goce y el placer de la pareja. Para inexpertos se aconseja usar consoladores de talla pequeña o los penes anales (plugs o conos). Estos últimos tienen un menor diámetro en la punta que en la base, por lo tanto el acostumbramiento se va dando paulatinamente.

Hombre Penetrado

El hombre también puede ser penetrado por su compañera, sin que eso signifique una práctica homosexual, y alcanzar orgasmos inigualables. Sabes porque? Porque el punto "G" del hombre se encuentra sobre la próstata y es accesible únicamente desde el ano!! Si, aunque parezca increíble. Tal vez muchos hombres se resistan a una penetración anal, pero una vez que la experimenten, querrán ser estimulados analmente una y otra vez!

Como puedes hacerlo? Lubrica abundantemente el ano y tu dedo. Introdúcelo poco a poco, haciendo masajes circulares al principio para lograr una buena relajación e ir acostumbrando la zona a la presencia del "cuerpo extraño".

Una vez lograda la penetración, masajea en forma de ascendente y descendente, haciendo una leve presión sobre la zona de la próstata. Es decir, presionando la pared del ano que está por encima de los testículos. Allí es donde se encuentra el famoso punto "G" masculino. Con el transcurso del tiempo puedes ir acostumbrándolo a que lo penetres con mas de un dedo.

También puedes usar algún juguete sexual, como ser un consolador o pene. Si es la primera vez asegúrate de que no sea de gran tamaño. Los mas adecuados son los de látex y gelatina dado que no son rígidos y se adaptan a las paredes del ano. Existen juguetes especialmente diseñados para estimular el punto "G". Poseen la forma adecuada para dar suaves masajes en la zona. Los hay con vibrador incluido, pero solo son aconsejables para quienes tengan experiencia en este tipo de penetración.

Siempre usa lubricantes de base acuosa o los que digan que son aptos para ser usados con preservativos.

Cuidados e Higiene

Es aconsejable lavar bien la zona del ano antes de mantener una relación. Los entendidos Suelen usar un pera de goma con la que inyectan agua para lavar las paredes internas.
Es aconsejable usar preservativos, dado que en el ano existen bacterias que pueden producir infección en la uretra. Cámbielo antes de pasar a una penetración vaginal dado que dichas bacterias también pueden producir infecciones vaginales.

Toda enfermedad infecciosa (SIDA, hepatitis, etc.) también se transmiten por medio de las relaciones anales. Y tal vez con mayor facilidad, dado que las paredes de la zona rectal son mas rígidas que las vaginales y se producen heridas microscópicas con presencia de sangre por medio de la cual se transmiten las enfermedades.
Si estas en una relación grupal, cambia el preservativo cada vez que penetres a una persona diferente. Si Están usando el dedo o algún juguete erótico, protéjelo con un preservativo y cambialo cuando alternes de persona.

Si usas un juguete sin preservativo, antes de pasar de una penetración anal a una vaginal o de alternar de persona, lávalo con abundante agua y jabón. Enjuágalo abundantemente.
Cuando use juguetes eróticos utilice lubricantes acuosos o los que indiquen que son aptos para usar con preservativos. Evite usar todo tipo de aceites, derivados del petróleo o la mantequilla, dado que producen daño en el látex.